Leonardo Da Vinci El hombre del Vitruvio y su relación con el Arte del Liderazgo

Leonardo a lo largo de su vida estuvo obsesionado con las proporciones, plasmando en una de sus obras maestras el Hombre del Vitruvio. Dibujo que muestra una figura humana con sus piernas y brazos extendidos inscripto dentro de un cuadrado y un círculo. En el mismo ilustra las proporciones ideales del cuerpo humano, basándose en la descripción del arquitecto romano Vitruvio.

Esta representación realizada alrededor de 1490, Leonardo Da Vinci refleja la armonía de las proporciones de la arquitectura y el universo.

Si Leonardo hubiera vivido en los tiempos actuales, de turbulencia constante y continua, tambien hubiera relacionado al Hombre del Vitruvio con principios de Liderazgo.

Liderazgo desde el Yo y expandiéndose al todo, siendo parte de la energía que interactúa y conforma el Universo.

Esa energía que fluye en el arte de comunicarnos en pos de alcanzar objetivos en Equipo al cual le hemos denominada Liderazgo.

Una visión de Liderazgo, que va mas allá de los distintos estilos que hemos distinguido, y que se transforma, en un principio fundacional sobre el cual se construye el todo.

Bajo mi punto de vista, y como digo siempre es mi apreciación de años de trabajo liderando Equipos, el Liderazgo esta conformados por distintas capas. Estas parten de un centro y se arman generando el todo. Dependiendo de la profundidad del primer nivel, raíz, luego demostrará la eficiencia y eficacia de este. En un mundo resultadista, en el cual la tecnología bajó sus costos de la mano de su evolución, lo cual permite que esté al alcance de todos, el Liderazgo será el elemento diferenciador que hagan que brillen o no grandes Empresas, Instituciones y Gobiernos.

El Liderazgo, es como una gran muñeca rusa (Matrioshkas o Babushkas, estas muñecas de madera huecas encajan una dentro de otra), tras retirar la primera accedemos a las siguientes una tras otras las capas marcan y hablan de la calidad de un Líder y su capacidad de comunicar y cambiar la realidad. Pero a la inversa de las muñecas, a medida que la primera da lugar a la segunda, cuando las vamos sacando, llegamos a la mas pequeña y con mayor potencial que es el YO. Capa fundacional que hace el todo del Liderazgo.

La primera capa, el YO.

Mirando al hombre del Vitruvio, imagino a Leonardo Da Vinci, representando una primera imagen del hombre con sus brazos junto a su cuerpo, aquí se refleja la primera persona del singular, el liderazgo del YO. Punto de arranque, hecho fundamental, el Liderazgo de nuestras vidas.

Esa imagen comenzaría a moverse, hasta elevar su humanidad y aparecería la segunda capa, que se genera al extender los brazos y abrazar al otro, este paso nos lleva a liderar nuestras relaciones mas próximas, las personas que conforman nuestro círculo íntimo. Este nos carga de energía y nos potencian como seres humanos. Junto al anterior nos interpela y no llena de preguntas que nos permiten seguir avanzando. Cada pregunta genera una respuesta que muta y se transforma en otra pregunta, en un sinfín de idas y vueltas, en un bucle maravilloso que nos invita a explorar nuestra potencia de crear.

El tercer circulo, el hombre con sus brazos extendidos, en armonía como lo vemos en la imagen de Leonardo, en ese momento hace contacto con sus relaciones próximas, y sigue ampliando su capacidad de Liderar, que no es otra cosa que constituir y construir su humanidad, con fin transformador.

El cuarto y último círculo, lo conforman las relaciones que estan más allá de nuestros sentimientos y conforman nuestro ecosistema económico, que nos permite unir lo afectivo con lo material.

Un liderazgo efectivo, transformador y constructivo, es un Liderazgo Positivo, que inicia con liderar nuestras propias vidas, en un mundo de proporciones equilibradas, que permiten que nuestra energía genere el cambio que buscamos.

Liderar es la explosión de energías que movilizan y transforman la realidad, generando el cambio. El que hacen fluir la energía de la cual está conformado el todo, y que la única forma que posee de alcanzar objetivos es que fluya en armonía. Recordemos que la energía está en continuo movimiento.

El Liderazgo positivo, se edifica en su búsqueda de cambiar la realidad, y ese cambio se cimenta sobre las preguntas que lo desafían, que le permite vivir profundizar y despertar su fuego interior, que lo lleva a ver todo con claridad y unidad con su ser. Su segunda fuente y tan potente como la anterior, es la de encender la llama que posee cada uno de sus liderados, para que ellos sean antorcha que enciendan a otros.

El cambio, aunque a veces parezca caótico, en su esencia guarda el equilibrio con el cual se mueve el universo y que si prestamos atención veremos que las respuestas siempre estan ahí, y que el caos, no es otra cosa que el cambio en forma constante y continua, no lineal y asincrónica con la cual evolucionamos día a día.

Y al igual que Leonardo, en la búsqueda de la unión del hombre con el cosmos, en nuestro mundo de proporciones, que con tanta exactitud graficó en su Hombre del Vitruvio, el Liderazgo Positivo será el mundo de las proporciones, que deberemos llevar adelante para los desafíos que nos depara, con un marco de pensamiento que estará en continuo movimiento, el cual será no lineal, asincrónico, que nos generarán ansiedades, niveles de estrés que nunca antes hemos vivido y que ellos generarán los interrogantes del futuro, que harán que esas fronteras mentales que hoy tenemos, puedan ser superadas para continuar creciendo.

Nuestro Hombre de Vitruvio, ha comenzado a tomar una nueva dimensión y su estrecha relación con el Liderazgo, fluye.

Y la energía cuando fluye no puede ser encapsulada, porque al igual que el agua, encuentra como salir.

Quien piense que tiene todas las respuestas sobre el Liderazgo o sobre otros tantos interrogantes, ya sea de la economía, la logistica, la vida, etc., ha comenzado a no entender de que viene el Liderazgo en las vidas como seres humanos, y de las Empresas. Empresa que piensa que contiene y conoce todas las variables, a llegado a su limite de superación y comienza su camino de desaparición.

Todo principio, tiene un fin, y todo fin un principio.

Liderar, es compartir, fluir, y crear el cambio, sin egos y con visión de humildad y compartiendo el conocimiento que guardamos en nuestro Ser.

El líder nace o se crea.

La respuesta es simple, el Líder nace, y habita en ti, déjalo salir, dale oxigeno porque con el se encenderá la llama que necesitas para que ilumine el camino del cambio.

El Líder habita en ti, no lo olvides.

Gracias por leer estas líneas José